Actualmente la principal actividad económica de la ciudad se basa en el sector servicios enfocado al turismo. La ciudad mantiene la actividad salinera, una de las de mayor producción. La sal torrevejense se exporta a cientos de países tanto para su consumo como para paliar los efectos de la nieve. El pasado mes de enero de 2021, tras el temporal Filomena que asedió Madrid, Torrevieja envió a la capital de España camiones con sal para así paliar y eliminar las nieve que paralizó la ciudad y sus alrededores.

En dos décadas Torrevieja pasó de ser un pueblo pesquero y salinero, a recibir trabajadores de todas las partes del mundo, algunos de ellos comenzaron pasando sus vacaciones en la ciudad, para terminar quedándose a vivir en ella, junto a su familia. También es el destino preferido por las personas ya jubiladas, que deciden asentarse en Torrevieja para disfrutar de su tiempo libre.

Para acceder a Torrevieja es posible hacerlo a través de carretera, avión y tren. Existe una conexión directa con el aeropuerto de Alicante a través de una línea de autobuses desde la terminal de salida/entrada. Dentro de la ciudad está establecida una red de transporte urbano desde la que puedes desplazarte desde el centro de la ciudad, a la ciudad deportiva o a la pedanía de La Mata.

¿Qué podemos ver allí?

Son muchas las opciones para disfrutar de la ciudad puesto que combina el entorno natural con el Parque del Molino del Agua, el Paraje Natural que rodea las salinas, las propias salinas que se pueden visitar, y que fueron las protagonistas de la salida de la Vuelta Ciclista a España en 2019. Pero si lo que estás buscando es disfrutar del mar, Torrevieja tiene una gran oferta de deportes náuticos así como tres clubes náuticos deportivos. Torrevieja también es historia viva, con el complejo de las Eras de la Sal, una construcción arquitectónica que data del siglo XVIII (link a la visita), y que acoge desde los años 60 el Certamen Internacional de Habaneras y Polifonía.

Con un paseo marítimo que recorre toda la costa del municipio, podrás disfrutar del aire más puro junto a la Bella Lola, una estatua que se encuentra sentada en un banco esperando a que su marinero regrese. Más de 2 kilómetros es lo que mide el Dique de Levante, donde se encuentra el faro, un tributo a su pasado pesquero y que, a día de hoy, sigue siendo la guía para muchos marineros que vuelven a casa tras su trabajo en el mar.