La selección de Hungría se clasificó a la siguiente ronda del Mundial de balonmano femenino de España 2021, en un partido donde venció a una buena República Checa (32:29, 17:15 al descanso) en el segundo partido de la segunda jornada del grupo E en el Pabellón Plà de l’Arc de Llíria, Valencia.
Encuentro frenético el que se vivió hoy en el pabellón de la ciudad de la música entre dos selecciones con distintas necesidades y sensaciones tras la disputa de la primera jornada del grupo E el pasado jueves. Hungría venía de vencer en su primer encuentro frente a Eslovaquia, mientras que República Checa cayó ante Alemania en un partido con malas sensaciones para las de Jan Basny. Querían resarcirse por tanto las checas ante una selección húngara que empezó mostrando sus armas y liderando los primeros minutos con un buen trabajo defensivo y un electrizante ataque comandado por una Katrin Gitta Klujber, con un gran porcentaje de acierto de cara a puerta. El conjunto magiar propuso una primera parte muy seria donde fueron liderando el marcador desde el inicio, mientras que República Checa mostraba mejores sensaciones que en su debut, lo que le permitió llegar a falta de diez minutos para el descanso con posibilidades de poder revertir la situación de cara a los segundos 30 minutos. Aún así, las húngaras se fueron hacia el túnel de vestuarios con ventaja, mínima, eso sí por 17:15.
El segundo acto se inició con la selección de Eslovaquia apretando más si cabe el marcador gracias a una solidez defensiva que por momentos frenó las intentonas de Hungría, que aun así seguía con la renta mínima que obtuvo en la primera mitad. Con el paso de los minutos en el electrónico, el encuentro se convirtió en un ida y vuelta de goles que benefició a las húngaras, hasta el punto de poder aumentar su ventaja en un par de goles a falta de 15 minutos. Los minutos finales del encuentro nos dejaron a ambas selecciones con un titánico esfuerzo defensivo, aunque la mayor pegada de la selección de Hungría abrió una mayor brecha en el resultado de la cual ya no se recuperó la Národny tým que lo intentó hasta el final chocando primero con el bloque defensivo propuesto por las de Golovin Vlagyimir, y más tarde con la guardameta Melinda Szikora que volvió a realizar paradas de mérito de nuevo.
La fiesta del mejor balonmano femenino del mundo no solo se vivía en el terreno de juego del Plà de l’Arc, sino que también en sus gradas, donde los aficionados húngaros desplazados hasta la localidad de Llíria, animaron el partido, y fueron una baza fundamental para que finalmente Hungría lograse su segunda victoria en la cita mundialista (32:29) tras un partido donde República Checa le puso las cosas difíciles. Por su parte, en la siguiente jornada, la selección checa buscará su primer triunfo ante Eslovaquia, mientras que Hungría, ya clasificada y con la condición de invicta, se enfrentará a la también clasificada y invicta Alemania en lo que será un auténtico partidazo donde estos dos gigantes del balonmano europeo se decidirán la primera plaza del grupo E.
Henck Groener: «Veníamos con hambre de ganar»
El seleccionador checo, Jan Basny, lamentó la falta de tensión de su zaga: «Hemos tenido errores defensivos que nos han perjudicado demasiado«.
Marketa Jerabkova se mostró orgullosa de poder plantar cara a Hungría: «Queríamos dar la sorpresa y les hemos igualado en varias ocasiones en el partido. Ha sido una experiencia inolvidable porque aquí juegan las mejores selecciones del mundo, como Alemania o Hungría y ya pensamos en el próximo partido y poder ganar».
Golovin Vlagyimir, seleccionador húngaro, destacó el buen encuentro de sus rivales: «Hoy había dos buenos equipos en la pista. Hemos tenido problemas durante todo el partido porque República Checa ha jugado muy bien, pero hemos sabido superarlas y estamos muy contentos con la clasificación».
Katrin Klujber dio una de las claves del encuentro: «Empezamos mal defensivamente, pero en la segunda parte la defensa fue mejor y nos permitió ganar el partido».
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