Granollers revoluciona su Palau d’Esports con una reforma moderna y sostenible

La historia del Palau d’Esports de Granollers es la historia de una ciudad ligada al deporte. El pabellón, construido en 1991 para el torneo de balonmano de los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992, ha acogido multitud de competiciones de carácter nacional e internacional, con el Balonmano Granollers como emblema. En su 30 cumpleaños, el Palau se ha modernizado y engalanado para celebrar otra cita de talla global: el Campeonato del Mundo de balonmano femenino de 2021. Un lavado de cara que lleva varios años gestándose, como asegura Álvaro Ferrer, concejal de deportes del Ayuntamiento de Granollers: «Desde el mismo día en que supimos que la ciudad iba ser una de las sedes nos pusimos a preparar la programación de las reformas».

El ambicioso plan del Gobierno local, con una inversión de un millón y medio de euros, ha transformado el pabellón desde la pista hasta el tejado. «Entra en juego toda la manzana. Queremos un pabellón polivalente que dé cobertura al deporte y a la cultura», confirma Ferrer, exjugador de balonmano con más de 400 partidos a sus espaldas.

Gradas retráctiles, nueva pista y placas solares

Las mejoras más llamativas son la remodelación y ampliación de la pista y la modernización de las gradas retráctiles que pueden acoger a 5.500 espectadores. Con estas reformas, el terreno de juego se podrá ampliar para disputar dos partidos simultáneos. Toda una revolución para la Granollers Cup, el torneo internacional que se celebra cada año en la ciudad y que reúne a más de 5.000 jóvenes.

Lola charla con el Josep Mayoral i Antigas, alcalde de Granollers, y Álvaro Ferrer, concejal de deportes / Fotografía: Toni Torrillas

Las reformas no sólo se aprecian a simple vista. El Ayuntamiento ultima la instalación de placas fotovoltaicas que cubran todo el tejado del pabellón, según explica el alcalde, Josep Mayoral i Antigas. «El objetivo es alcanzar un nivel de autoconsumo energético de más del 90%», presume el regidor. Tanto Mayoral como Ferrer insisten en que el compromiso medioambiental de Granollers pasa porque el Palau se convierta en un referente en cuanto a sostenibilidad. «Creemos necesario que una de las instalaciones de mayor consumo eléctrico de la ciudad sea autosuficiente», añade el edil de deportes. El 40% de la inversión se ha dedicado a esta y otras mejoras energéticas, como la instalación de luces led en todo el recinto.

El Palau d’Esports afronta así la cita mundialista con una nueva imagen y, sobre todo, con ilusión, como sintetiza Mayoral: «Tengo la esperanza de que en diciembre las gradas estén llenas».

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