Susana Fraile: “La ciudad apoya el deporte de una manera muy importante”

La guipuzcoana, Susana Fraile, fue jugadora de la selección española, debutó el 11 de febrero de 1998 en el Torneo Clasificatorio del Campeonato de Europa de Francia. Como Guerrera llegó a disputar grandes citas como los Campeonatos de Europa de Dinamarca (2002) y Suecia (2006), los Campeonato del Mundo de Italia (2001) y Croacia (2003), así como los Juegos Olímpicos de Verano de 2004 en Atenas, donde la selección española alcanzó los cuartos de final y quedó sexta en el torneo mejorando la posición conseguida en los JJOO de Barcelona en el 1992.

Actualmente, es entrenadora de un equipo alevín, también de uno de categoría juvenil femenina –actual Campeón Autonómico– y además, es ayudante de entrenadora del equipo sénior femenino del Club Mare Nostrum Torrevieja de Primera Nacional.

Pregunta. ¿Qué significó para ti tu etapa en la selección española de balonmano?

Respuesta. A nivel personal, cualquier jugador o jugadora de balonmano su máxima aspiración es estar en la primera categoría y luego ya, estar en la selección.

Yo ya había estado en categorías superiores, pero la absoluta me pilló bien pequeñita y fue una alegría inmensa, una motivación. Para mi siempre ha sido un orgullo poder representar a nuestro país a nivel de selección. Además, es una motivación.

P. Para ti, ¿supuso un antes y un después el haber participado en los JJOO de Atenas en 2004?

R. Fueron unos Jugos Olímpicos especiales, habíamos estado ya en Barcelona ‘92 como anfitriones, pero aquí llegamos por méritos propios por primera vez. La selección es el máximo objetivo, pero una vez que estás en la selección el siguiente es poder disputar unas olimpiadas.

Fue abrir el camino del creer que se puede, quizás nos faltaba experiencia, pero a raíz de ese Campeonato del Mundo de Croacia que nos dio acceso fue demostrar que se puede y que podíamos competir por cosas importantes. Yo creo que fue la semilla, lo difícil es lo que se está consiguiendo ahora que es mantenerse en un buen nivel algo que es muy difícil.

P. ¿Qué tiene la ciudad para que hayas decidido asentarte allí?

R. Me vine a vivir en 2010, es una ciudad encantadora, para mi es preciosa y tiene un clima extraordinario y luego, su gente es muy acogedora. Aquí soy muy feliz, se vive muy bien. Además, la ciudad apoya el deporte de una manera muy importante.

P. Dejaste la pista y te has centrado en los banquillos, ¿Cómo valoras tu experiencia en Mare Nostrum?

R. La vida deportiva y de alto nivel es muy dura y en un principio cuando me retiré no quería estar vinculada al balonmano. Sin embargo, apareció un pequeño proyecto e inevitablemente, porque el balonmano es una gran pasión, otra vez me entró el gusanillo.

Como entrenadora había tenido pequeñas pinceladas, pero de una manera más seria empecé aquí y poquito a poquito he ido creciendo junto con los equipos de balonmano, vamos mejorando juntos.

P. En vuestro caso, ¿Cómo llevó tu equipo el confinamiento? ¿Fue difícil la incorporación después a la vista?

El confinamiento ha muy duro, en principio no pensamos que fuera a ser tan largo, pero al final intentamos tener a los equipos activos, sobre todo a nivel personal para no perder el contacto.

Una vez empezó la temporada intentamos comenzar concienciando a los equipos de que iba a ser atípica y nos teníamos que adaptar a muchas circunstancias. De hecho, hace poco tuvimos otro parón porque aquí en la Comunidad Valenciana tuvimos que parar.

P. ¿Recuerdas haber vivido algún evento importante en el Cecilio Gallego o en el Palacio de Los Deportes?

Como espectadora viví la Copa del Rey. Y como entrenadora, he tenido mucha suerte. He podido vivir parte del Campeonato de España en 2017 en el Cecilio Gallego, luego dos años después –también con ese mismo equipo en cadete– se celebró en el Cecilio Gallega, íntegramente, la fase final del Campeonato de España y a su vez ese mismo año el sénior femenino, por tercera vez consecutiva, conseguimos acceder a la fase de ascenso a División Honor Plata y también se celebró en el Cecilio Gallego.

Con mucho trabajo, esfuerzo y una buena filosofía hemos conseguido el objetivo, a parte de los títulos y las medallas era conseguir una cantera femenina y tener un equipo sénior que sea referente para la base.

P. Personalmente, ¿Eres de las personas que piensa que tener público y a tu afición cerca puede convertirse en un factor determinante en el humor/ actitud de tus jugadoras?

R. He vivido de todo, he vivido que el público empujara al equipo, pero a su vez también he vivido una Copa de la Reina, que se celebró en Elda, donde quizás nos pudo la presión de hacerlo bien para nuestro público. Y como entrenadora también me ha pasado lo mismo.

P. ¿Cómo crees que puede ser el impacto en la ciudad de Torrevieja la celebración de un Mundial de estas características?

R. Puede ser un impacto muy grande a todos los niveles, primero Torrevieja es una ciudad que su industria es principalmente el turismo y este Campeonato del Mundo se va a ver a nivel internacional. Por ejemplo, en Noruega el último campeonato lo vio la mitad del país, y arrastran mucho público físico también. En ese aspecto, si las cosas van bien y la situación sanitaria mejora, va a tener una repercusión muy grande.

A nivel de televisión, yo creo que la repercusión ya sería muy grande, en ese sentido hemos tenido la vuelta ciclista y tuvo una gran repercusión.

En el sentido de la industria y el turismo nos vendría muy bien, y luego a nivel deportivo también porque los niños van a dejar de verlo por la televisión para poder disfrutar del de ello in situ, incluso como voluntarios, y ver un evento de este nivel en tú ciudad tiene que ser increíble.

Además, el pabellón a mi me encanta, me parece impresionante, poder vestirlo con todo ese espectáculo y que todo el mundo pueda ver nuestra Ciudad Deportiva hace todo muy positivo.

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